Charles Osgood, el "mercader de las palabras" dijo que "comparada a la palabra hablada, una imagen en realidad da lástima". C. J. Ducasse dijo que "hablar de 'simples palabras' es como hablar de 'simple dinamita'". El hombre más sabio que jamás ha vivido dijo "La palabra correcta dicha en el momento correcto es tan bella como manzanas de oro en una canasta de plata". Se dice que la manera en que la gente habla es el mejor indicador de cómo piensa, y que el instrumento más poderoso para influenciar el proceso mental de una persona es la palabra hablada.
Tengo tanto respeto por el efecto positivo y negativo que pueden tener las palabras, que por años he sido muy cuidadoso en usar “lenguaje público” en las conversaciones privadas y en presentaciones públicas. Palabras como “confianza”, “compromiso”, “dedicación”, “disciplina”, “responsabilidad”, “honor”, “integridad”, etc. Y soy particularmente cuidadoso de usar muchas palabras de cuatro letras como “bien”, “amor”, "gozo", etc.
La influencia negativa de las palabras ha sido bien documentada. Bill Glass dice que a más del 90% de los hombres encarcelados en instituciones penitenciarias, sus padres les decían “uno de estos días, terminarás en la cárcel”. Dr. Stephen Arterburn, cofundador de una famosa clínica, dice que el clínico Dr. Les Cartier nunca ha trabajado con una situación de abuso que no siga un patrón de abuso verbal antes del abuso físico. El Dr. Carter también dijo que mientras más maldice una persona, menos sensible se vuelve a la naturaleza de su comportamiento.
Y aún así, las palabras son importantes. Ten cuidado con lo que dices, teniendo en cuenta el poder inherente de las palabras. Piensa en las palabras correctas y úsalas…
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